Casa de la cultura, Palacio Ossa
En 1859, el empresario minero Luis Gregorio Ossa adquirió la chacra de San Gregorio de Ñuñoa y encargó la construcción del Palacio Ossa al arquitecto Manuel Aldunate y Avaria. Esta imponente residencia, terminada en 1860, fue inicialmente conocida como Santa Julia cuando fue adquirida por José Pedro Alessandri en 1910.
Diseñado como una mansión campestre siguiendo la arquitectura inglesa colonial, el Palacio Ossa se eleva sobre un zócalo en dos pisos, destacándose por sus jardines ornamentados con esculturas clásicas. La fuente central, importada de Francia a través de la Fundición Val d’Osne, es un punto focal en los extensos jardines.
Durante más de cuatro décadas, los salones de Santa Julia fueron el escenario de elegantes recepciones y reuniones sociales bajo el auspicio de la familia Alessandri. Sin embargo, en 1952, decidieron donar la propiedad a la Municipalidad de Ñuñoa.
El 9 de mayo de 1953, el alcalde José María Narbona inauguró la Casa de la Cultura de Ñuñoa en el Palacio Ossa, estableciendo la Biblioteca Municipal Gabriela Mistral en sus salones. Dos décadas después, este magnífico edificio fue declarado Monumento Histórico por el Consejo de Monumentos Nacionales, preservando así su rica historia para las generaciones futuras.
Rutas Patrimoniales
Para conocer rutas patrimoniales dentro de Ñuñoa:
Sala de Cine de Ñuñoa
La Sala de Cine de Ñuñoa es un espacio creado por la Municipalidad de Ñuñoa y su Corporación Cultural donde se realizan funciones para el público general con una diversa programación gratuita orientada a todos los públicos.
Para revisar la programación para adultos y niños:
Teatro UC
En la década de 1940, un grupo de jóvenes fundó el Teatro de Ensayo de la Universidad Católica, estrenando «El peregrino» en 1943, bajo la dirección de Pedro Mortheiru y la escenografía de Fernando Debesa. Dos años después, este grupo dio origen a la Escuela de Arte Dramático de la Universidad Católica, marcando un cambio en la escena teatral chilena.
Eugenio Dittborn asumió la dirección del Teatro en 1954, logrando que obtuviera su propia sala en 1956. Bajo su liderazgo, el Teatro no solo prosperó, sino que también se convirtió en un bastión de la dramaturgia chilena y la preservación de los clásicos, manteniendo sus puertas abiertas durante la dictadura militar.
Para revisar la cartelera del Teatro:
A lo largo de su historia, el Teatro UC, anteriormente Teatro de Ensayo, ha experimentado diversos cambios y desafíos, adaptándose continuamente a las necesidades del país y la universidad. Hoy en día, con casi 80 años de historia, es un centro cultural vital, donde han actuado destacadas figuras como Ana González, Víctor Jara y Héctor Noguera. Dirigido por la Escuela de Teatro y con un equipo de más de 20 personas, el Teatro UC acoge a más de 40,000 espectadores anualmente en sus dos salas ubicadas en Jorge Washington 26.
Corporación cultural de Ñuñoa
La Corporación Cultural de Ñuñoa, establecida el 21 de enero de 1988, se encarga de organizar y coordinar actividades culturales en la comuna. Sus instalaciones principales incluyen el Palacio García, la Casa de la Cultura de Ñuñoa y el Espacio Literario, todos ellos emblemáticos para la comunidad local.
El Palacio García, construido entre 1925 y 1931 por Joaquín García Carro, un empresario español, ahora alberga las oficinas administrativas y talleres artísticos de la Corporación. Además, desde 1991, acoge a La Casa de Todos, un espacio para personas mayores residentes de Ñuñoa, donde se llevan a cabo diversos talleres y actividades.
Declarado como un Inmueble de Conservación Histórica en 2005, el Palacio García, también conocido como Castillo García, ofrece un hermoso parque abierto al público de lunes a viernes de 9:00 a 20:00 hrs y los sábados de 9:00 a 14:00 hrs.
Fuente: ccn.cl
Espacio literario
El Espacio Literario de Ñuñoa, ubicado en Jorge Washington 116, fue diseñado para acercar a la comunidad con la cultura y ser un punto de encuentro para la realización de diversas actividades artísticas y culturales.
En su interior se encuentra una completa librería con un catálogo con foco en la narrativa nacional y latinoamericana, así como también en ciencias sociales, además de una cafetería atendida por baristas con una variada carta de repostería.
Restaurantes con historia
Las Lanzas
Fundado en 1964 por Julio Vidal, un inmigrante gallego, y continuado por su sobrino Manolo Vidal, Las Lanzas no es simplemente un negocio; es un punto de encuentro emblemático para políticos, artistas y vecinos de todas las clases sociales. Desde su apertura, este local ha sido una referencia obligada tanto para figuras públicas como para trabajadores, estudiantes y residentes del área.
Con más de 50 años de historia, Las Lanzas se ha convertido en un ícono tanto de la Plaza Ñuñoa como de Santiago en general. Sus luces de neón rojas brillan en el mismo lugar donde abrió sus puertas en 1964, frente a esta emblemática plaza. A lo largo de las décadas, el local ha mantenido su encanto original, con sus mesas de melamina, su barra clásica y sus deliciosos completos y schops.
Desde su inauguración hasta el día de hoy, Las Lanzas ha sido frecuentado por una amplia variedad de personas, incluyendo políticos, actores, músicos, escritores, jornaleros, funcionarios municipales, estudiantes, profesores y muchos otros vecinos. Su presencia ha dejado una huella indeleble en la vida social y cultural de la comunidad de Ñuñoa.
Fuente Suiza
Desde 1954, en el corazón de Ñuñoa, Don Guillermo Laengle fundó una tradición gastronómica que perdura. Originario de Mimmenhausen, Alemania, llegó a Chile en los años 30, escapando de las secuelas de la Primera Guerra Mundial. Trabajó como estibador en Buenos Aires antes de conocer a Marta Beuerer, con quien decidió emprender en el rubro culinario.
Juntos establecieron la primera Fuente Suiza en Alameda, introduciendo especialidades como la gorda, la fricandela y el chucrut. El éxito del negocio llevó a Laengle a trasladarse a Vicuña Mackenna con 10 de Julio, donde el local se convirtió en un punto de encuentro popular. A pesar de la creciente clientela, Laengle mantenía una dedicación incansable, desde las compras matutinas hasta el cierre nocturno.
Finalmente, en 1954, la Fuente Suiza se estableció como una institución en Ñuñoa, bajo la dirección de Guillermo Laengle. Su legado familiar continuó incluso después de su fallecimiento en 1977, inspirando una historia de dedicación y aprendizaje que perdura hasta el día de hoy.